Un estudio de la desaparecida Cnrr identificó las regiones y las
comunidades más golpeadas por el conflicto armado. Además presentó una
guía para la reparación colectiva.
Tomado de
http://www.verdadabierta.com/component/content/article/38-desplazados/3800-una-lupa-al-conflicto/
De los 1.125 municipios que hay en Colombia, en 100 de ellos están
concentrados los mayores casos de violaciones a los derechos humanos y
al derecho internacional humanitario, porque allí los grupos armados
ilegales provocaron desplazamientos masivos, masacres, dejaron minas
antipersonales, asesinaron a líderes sociales y destruyeron a
comunidades organizadas.
Así lo advirtió uno de los últimos
estudios realizados por la Comisión Nacional de Reparación y
Reconcialiación, Cnrr, que antes de su disolución presentó junto a la
OIM y Usaid una guía para que el gobierno nacional realice las
reparaciones colectivas que contempla la Ley de Justicia y Paz. Además
presentó el Programa Institucional de Reparación Colectiva, Pirc, un
documento que recomienda y plantea rutas sobre cómo hacer la reparación a
partir de consultas realizadas con seis comunidades afectadas.
VerdadAbierta.com
presenta un resumen de las regiones con más víctimas, los colectivos
más golpeados y las comunidades que formularon proyectos para que el
Estado las repare:
(Vea mapa interactivo al final del texto)
1-.Sur de Bolívar, Yondó y El BagreEs
una de las regiones más ricas y mejor ubicadas del país. El informe
señaló que históricamente ha sido disputada por los grupos armados
ilegales por la serranía de San Lucas, donde hay explotaciones de oro,
así como por el acceso que ofrece el río Magdalena, su cercanía a la
refinería de Barrancabermeja y por ser paso obligado para las
comunicaciones del país.
Esta zona comenzó siendo cuna del Eln en
1970 y en los siguientes veinte años de las Farc, principalmente de los
Frentes 24 y 46. Según lo han confesado varios ex paramilitares en
Justicia y Paz, a finales de los años noventa los hermanos Carlos y
Vicente Castaño ordenaron la ‘exportación’ de paramilitares al sur de
Bolívar.
Allí tuvo su origen el Bloque Central Bolívar, Bcb, que
extendió sus tentáculos por varios departamentos a cargo de Carlos Mario
Jiménez Naranjo, alias ‘Macaco’, Rodrigo Pérez Alzate alias ‘Julián
Bolívar’ e Iván Roberto Duque Escobar alias ‘Ernesto Báez’. (
Lea: Los tentáculos del Bloque Central Bolívar).
Según
datos de Acción Social y del Observatorio de Derechos Humanos de la
Presidencia de la República, a partir de 2000 la situación de derechos
humanos en la región se convulsionó provocando 99.531 personas en
situación de desplazamiento, 38 víctimas en masacres, 169 víctimas de
minas antipersonal y homicidios contra alcaldes, concejales,
periodistas, sindicalistas, y líderes comunitarios.
2-.Montes de MaríaCompuesta
por varios municipios de Sucre y Bolívar, fue una zona disputada desde
finales de la década de 1990 por guerrilleros y paramilitares en su puja
por el control de las rutas de comunicación y del narcotráfico hacia la
Costa Caribe. En 1997 la violencia se incrementó en la región tras la
incursión del Bloque Norte de las Auc a cargo de Rodrigo Tovar Pupo
alias ‘Jorge 40’, que llegó matando a los líderes de la región (
Lea Un pulso a las verdades en Montes de María).
Según
datos del informe de la Cnrr, entre 1997 y 2009 en esta región los
grupos armados ilegales cometieron 45 masacres, entre ellas la de
Macayepo, Mampuján y El Salado, desplazaron a 219.603 personas y 242
personas fueron víctimas de minas anti-personal.
3-.CatatumboEsta
zona comprendida por los municipios El Tarra, Tibú, Convención, San
Calixto, Teorama y El Carmen, en Norte de Santander, es estratégica por
su relieve montañoso, cercanía con la frontera venezolana, ríos y
conexión con el Nudo de Paramillo, el norte de Antioquia, el Bajo Cauca
Antioqueño, el Magdalena Medio, sur de Bolívar y Cesar.
Entre las
décadas de 1970 y 1980, en esta región delinquió la guerrilla hasta que
la Casa Castaño envió en 1999 a un grupo de paramilitar que luego se
conoció como el Bloque Catatumbo a cargo de Salvatore Mancuso. Allí las
Auc cometieron masacres e incluso crearon un crematorio ilegal para
desaparecer a sus víctimas, según lo confesó en varias versiones libres
Jorge Iván Laverde alias ‘El Iguano’. Este grupo dejó por lo menos 8
mil víctimas en esta región del país.
El estudio encontró que a
partir de 2002 el Catatumbo presentó las más altas tasas de
victimización con 25 masacres en las que fueron asesinadas 203 personas,
mientras que en otros casos se registraron 430 víctimas de minas
antipersonal; en la región 71.825 personas fueron desplazadas, de las
cuales solo en 2002 lo hicieron 21 mil personas.
4-. Sur Oriente AntioqueñoEsta
región integrada por varios nueve municipios de Antioquia y dos de
Caldas es apetecida desde hace varios años por los grupos armados
ilegales por su cercanía con el Valle de Aburrá. En esta zona además el
gobierno desarrolló en la década de 1970 dos proyectos de impacto
nacional como fueron el complejo hidroeléctrico del Peñol, San Rafael y
San Carlos y la autopista con conexión Medellín-Bogotá, siendo estas dos
ciudades enclaves económicos del país.
Para esa época en la
región delinquieron las Farc y el Eln, y a partir de finales de la
década de 1970 los paramilitares provenientes de la Casa Castaño,
llamadas Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, Accu.
En
Antioquia, principalmente en los barrios más pobres de Medellín, los
paramilitares delinquieron con lo que se conoció primero como el Bloque
Metro a cargo de Carlos Mauricio García alias ‘Doblecero’ y luego como
el Bloque Cacique Nutibara a cargo de Diego Fernando Murillo alias ‘Don
Berna’. A partir de 2002 la zona fue escogida por las fuerzas militares
como epicentro de operativos, entre ellos, la Operación Orión realizada
por la IV Brigada entre el 16 y el 20 de octubre de ese año.
Según
el informe, ese año se disparó el número de víctimas en la región con
57 masacres en las que fueron asesinadas 319 personas, 755 pisaron minas
antipersonal y 171.180 fueron desplazadas, de las cuales 37.926
abandonaron sus tierras en 2002.
5-.Urabá antioqueño y chocoanoEsta
esquina del país es rica por ser puerto marítimo, contar con sistemas
montañosos y selváticos y conectar con Centroamérica, siendo una de las
rutas utilizadas por los grupos armados ilegales para comercializar la
cocaína. Sus tierras fértiles han sido por años propicias para el
cultivo del banano y de forma más reciente, de la palma aceitera.
En
la década de 1970 y 1980 la guerrilla delinquió en esta región y a
partir de 1995 los paramilitares, que fueron enviados por la Casa
Castaño. En el Urabá antioqueño delinquió un grupo a cargo de Hébert
Veloza alias ‘H.H.’, conocido como el Bloque Bananero, mientras en el
Urabá chocoano lo hizo el Bloque Élmer Cárdenas a cargo de Freddy Rendón
alias ‘El Alemán’.
Según datos del estudio de la Cnrr, entre
1997 y 2009 fueron cometidas 44 masacres en las que fueron asesinadas
412 personas, 448 personas pisaron minas antipersonales, y 323.228
personas fueron desplazadas, de las cuales 128.405 abandonaron sus
tierras entre 2000 y 2003.
Pilotos de reparaciónTeniendo
en cuenta a las comunidades más afectadas por el conflicto armado, la
Comisión hizo un trabajo de campo y le pidió a las víctimas que
expresaran cómo quieren que el gobierno nacional las repare de forma
colectiva. Entre sus primeras peticiones están el derecho a la verdad,
la justicia y garantías de no repetición, la dignificación de las
víctimas, la verdad colectiva y la memoria.
También solicitaron
la restitución de bienes colectivos, rehabilitación comunitaria,
formación y recuperación de la capacidad productiva, y garantías de
acceso a educación, salud y trabajo, además de contar con obras de
infraestructura y espacios de desarrollo cultural. Los siguientes son
algunos casos emblemáticos por donde, según la Comisión, el gobierno
debería comenzar la reparación colectiva:
Las Atcc, La India, SantanderLa
Asociación de Trabajadores Campesinos del Carare, Atcc, es considerada
una comunidad víctima, después de que durante varias décadas tuvo que
hacerle frente a los grupos armados ilegales que delinquieron en el
Magdalena Medio. Primero por la guerrilla, principalmente el Eln, luego
el movimiento Muerte a Secuestradores, Mas, después por las Farc y luego
por las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio.
Desde la
década de 1960 hasta principios de 2000 las Atcc, que tiene como
influencia 36 sectores veredales de seis municipios de Santander, con
sede principal el corregimiento de La India, en Landázuri, fueron
víctimas de masacres, torturas, amenazas y asesinatos. Entre estos
hechos se recuerdan los asesinatos de Josué Vargas Mateus, presidente de
la Atcc; Saúl Castañeda, secretario de la Atcc; Miguel Ángel Barajas
Collazos, asesor de la Atcc y la periodista Sylvia Margarita Duzán,
ocurridos el 26 de febrero de 1990.
El Salado, Carmen de Bolívar, BolívarLa
población del Salado sufrió uno de los capítulos más crueles de la
historia de Colombia. En febrero de 2000 un grupo de paramilitares entró
a este corregimiento del municipio de Carmen de Bolívar y asesinó a 66
personas entre hombres, mujeres y niños, acusándolos de guerrilleros.
Según lo documentó Justicia y Paz, los paramilitares violaron a las
mujeres y asesinaron a las víctimas en lapsos de media hora tocando
instrumentos como si se tratara de una ‘fiesta’.
Tras la
masacre, los saladeños se desplazaron y el pueblo quedó desarticulado y
sin tierras. El 8 de julio de 2011 entregó 63 títulos a campesinos del
Salado y dijo que esta zona será piloto en el proceso de restitución de
tierras que comienza este 2012 con la aplicación de la Ley de Víctimas.
La Libertad, SucreEn
este corregimiento de Sucre, los pobladores fueron víctimas de
torturas y maltratos por parte del Bloque Héroes de los Montes de
María, a cargo de Rodrigo Mercado Pelufo alias ‘Cadena’ y Marco Tulio
Pérez alias ‘El oso’. Según lo documentó Memoria Histórica, los
paramilitares establecieron castigos públicos, impusieron trabajos
forzados, se apoderaron de las fiestas patronales e hicieron valer por
las armas privilegios económicos y sociales. (
Lea: La barbarie de ‘Cadena’ en San Onofre’).
En
esta zona del país además cometieron violencia sexual contra las
mujeres y homosexuales, obligándolas a cumplir papeles de sumisión y en
el segundo caso, a protagonizar peleas públicas que eran ridiculizadas
en plazoletas. Según lo documentó la Comisión, “Libertad es un caso
emblemático de la violación de derechos colectivos. La violencia
ocasionó daños nefastos en la comunidad que terminaron por profundizar
la pobreza, transformaron las tradiciones culturales, deterioraron la
convivencia, fracturaron el tejido social…”
La Gabarra, Norte de SantanderEn
este corregimiento de Tibú, la población sufrió masacres y
desplazamientos por parte del Bloque Catatumbo a cargo de Salvatore
Mancuso. Este grupo paramilitar incursionó esta región en 1999 cuando
las Auc enviaron paramilitares a Norte de Santander con el pretexto de
combatir a la guerrilla y de paso controlar las rutas de narcotráfico de
la zona.
Según el informe de la Comisión, las masacres ocurridas
el 29 de mayo y el 27 de agosto de 1999 dejaron 100 víctimas y
provocaron el desplazamiento de por lo menos dos mil personas que
terminaron buscando refugio en Venezuela, el país vecino. En Justicia y
Paz, ex paramilitares como Jorge Iván Laverde alias ‘El Iguano’
confesaron que las Auc instalaron crematorios en el Catatumbo para
desaparecer a sus víctimas. La Fiscalía documentó además por lo menos 25
casos de violencia sexual contra las mujeres, que eran reclutadas como
esclavas sexuales de los paramilitares.
El Tigre, PutumayoLos
paramilitares del Bloque Sur Putumayo llegaron a esta región del país
en 1997, por encargo de la Casa Castaño. Para finales de la década de
1990 ya delinquían en Puerto Así, El Placer, La Dorada, Santa Ana y
Orito donde cometieron masacres y desplazamientos.
El Tigre,
inspección del municipio de La Hormiga, ha estado desde la década de
1980 en disputa por los grupos armados por tratarse de un corredor
estratégico de movilidad y de tráfico de la cocaína. Según el informe de
la Comisión, este poblado fue estigmatizado como zona guerrilla y con
ese pretexto las Auc cometieron una masacre allí el 9 de enero de 1999.
Esta
fue además una zona donde los paramilitares cometieron delitos
sexuales. Abusaron de mujeres y niñas, y atentaron además contra
comunidades étnicas como el Cabildo Embera y el Consejo Comunitario de
Negritudes de la Vereda Villa Arboleda. Este grupo paramilitar dejó por
lo menos 5.500 víctimas en Putumayo.
Buenos Aires, CaucaPor
más de veinte años este municipio estuvo en la mira primero de las Farc
y luego de los paramilitares del Bloque Calima, a cargo de Hébert
Veloza alias ‘H.H’. Según datos del antiguo Acción Social, de este
pueblo fueron desplazadas 7.559 personas entre 2000 y 2002 tras el
conflicto por el control de los cultivos de coca y amapola y el dominio
de corredores estratégicos.
En medio del conflicto, la comunidad
sufrió un daño colectivo. El informe de la Comisión señaló que los
habitantes perdieron sus cosechas y animales, así como el acceso a la
educación después de que los paramilitares se tomaron el colegio. “La
ruptura en el tejido social y cultural de la comunidad son daños
reconocidos por las mismas víctimas, quienes afirman que durante la
presencia del grupo perdieron la posibilidad de realizar actividades
cotidianas”, indicó el informe.
Universidad de CórdobaEn
varias versiones libres, el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso
confesó que para comienzos de 2000 la Universidad de Córdoba fue
objetivo de asesinatos contra profesores y estudiantes que pertenecían a
sindicatos, siendo tildados por las Auc de tener presuntos vínculos con
la guerrilla.
“La Universidad de Córdoba fue durante años
escenario de hechos violentos y hostilidades en contra de su personal”,
señaló el informe de la Comisión. “La presencia constante de miembros y
aliados de los grupos de autodefensa, con mayor fuerza a partir de 1997,
fue un factor que suscitó la constante violación de derechos”, indicó.